Compatriotas:<br>Una región del estado de Chiapas ha sido afectada por la violencia. En ese entrañable estado de la República, el atraso y la pobreza vienen de muchas décadas. En los últimos cinco años se ha trabajado intensamente y se han invertido grandes recursos para revertir esta condición. Esto fue posible por la presencia de una rica y diversa gama de organizaciones sociales que han mantenido un diálogo permanente con el gobierno; y el diálogo ha sido fructífero.Sin embargo, una organización diferente emergió en el estado de Chiapas: profesionales de la violencia, nacionales y un grupo extranjero, ajenos a los esfuerzos de la sociedad chiapaneca, asestaron un doloroso golpe a una zona de ese estado y al corazón de todos los mexicanos.<br>Por eso se ha señalado con razón, que deben distinguirse claramente dos situaciones: la agresión armada de un grupo violento, de otra muy diferente que deriva de la situación de pobreza y carencias en esa región. Este no es un alzamiento indÃgena, sino la acción de ese grupo violento, armado en contra de la tranquilidad de las comunidades, la paz pública y las instituciones de gobierno.<br>Es decir, en contra de lo que los mexicanos durante tantas generaciones y con gran esfuerzo hemos construido y que, por eso, tanto apreciamos.<br>Lo que hacen es seguir acciones desacreditadas. En los países en donde así ha sucedido, sólo han conseguido destrucción y retroceso.<br>En ningún país, una acción como ésta ha permitido avances sociales para los que menos tienen ni progreso democrático.<br>Los acontecimientos de Chiapas nos entristecen a todos porque aun reconociendo insuficiencias, muchos años hemos trabajado los mexicanos para construir espacios de respeto, de diálogo y tranquilidad.<br>No se puede tolerar el atentado contra la vida de un indÃgena, de un habitante de esas ciudades, de un policía, de un soldado del Ejército nacional, de ningún ser humano.<br>Todos son mexicanos, todos merecen el mayor respeto.<br>Al mismo tiempo indigna que aprovechando esta situación de violencia, se quiera desprestigiar el nombre de México, que tanto trabajo y esfuerzos ha llevado construir. La pretensión de minar el prestigio del país no ayudaría a resolver problemas sociales ni económicos, ni representaría avances políticos.<br>Es una acción en contra del interés nacional. Este grupo armado está en contra de México.<br>En estos días de conflicto en Chiapas sus objetivos no han prosperado. Varias comunidades indÃgenas y poblaciones rurales los han rechazado.<br>Muchas organizaciones indÃgenas y campesinas de Chiapas se han acercado a las autoridades reclamando protección por parte del Ejército Mexicano y todas ellas ofreciendo plena participación para evitar la agresión.<br>Estamos avanzando firmemente, aunque la situación sigue siendo delicada, pues los agresores han continuado atacando a nuestros soldados.<br>Pueden seguir provocando acciones aisladas de violencia. Ningún país puede evitar que sucedan. Pero van a fracasar. La resolución de los mexicanos unidos contra la violencia los derrotará.<br>Se les ha ofrecido diálogo desde las primeras horas de confrontación. Han respondido con más violencia. Reiteramos nuevamente nuestra oferta de diálogo.<br>Los caminos de la participación están abiertos para todos. Pueden abrirse más si perseveramos en nuestro modo de ser, en nuestra tradición: que es trabajar en paz y unidos.<br>Nadie quiere un México en el que para garantizar la seguridad se limiten las libertades; ni que en esa región de Chiapas, se suspendan garantías.<br>La violencia no genera más libertad ni más democracia, sino odio y cerrazón política. El Ejército y las fuerzas de seguridad cumplen su responsabilidad constitucional.<br>Las acciones gubernamentales han tenido dos propósitos esenciales: el primero y más importante: proteger la vida de la población civil, respetando a la comunidad; y el segundo, restablecer el estado de normalidad al que tanto aprecio tienen los chiapanecos para poder dedicar, así, todos los esfuerzos en promover más justicia.<br>Para lograr el primero, hemos defendido la integridad física de ciudadanos y la seguridad de las comunidades. Para alcanzar el segundo, los detenidos y los elementos del delito están siendo puestos a disposición del Ministerio Público, asumiendo las autoridades locales su responsabilidad.<br>La mayor prioridad ha sido proteger a la población civil y restaurar las posibilidades de solución pacífica del conflicto.<br>Para proteger a la población civil de esa zona en las difíciles circunstancias que viven, hemos puesto en marcha programas de abasto de alimentos, cobijas y medicinas, y están en marcha programas inmediatos de salud pública, para atender emergencias, prevenir enfermedades y restablecer la atención de los hospitales dañados por los agresores.<br>Elementos del ejército protegen y distribuyen muchos de estos apoyos tan necesarios en esta zona.<br>Las acciones del Gobierno de la República se enmarcan en la Constitución. Se aplicará estrictamente la ley. La acción firme de la autoridad no se ejercerá contra las comunidades a las que respetamos y apoyamos, ni contra las organizaciones plurales que trabajan de manera dedicada en la zona y con las cuales venimos dialogando desde hace años.<br>Para aquellos en condiciones de pobreza que han participado por engaño, presiones o aun por desesperación, que depongan su conducta violenta e ilegal, buscaremos un trato digno y, aun, consideraremos el perdón.<br>El Gobierno de la República tiene la voluntad indeclinable de resolver este conflicto, restablecer plenamente el Estado de Derecho en esa zona de Chiapas, con un compromiso firme y claro, con el respeto a los derechos humanos.<br>MEXICANOS :<br>Existe un consenso nacional a favor de la paz. Ante los acontecimientos de Chiapas, afirmé este lunes frente a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que "en ninguna región de México existe diferencia superior a nuestra capacidad de diálogo, ni distancia capaz de socavar nuestra unidad fundamental". Así seguirá siendo.<br>Como Presidente de los mexicanos agradezco el apoyo responsable de todas las fuerzas políticas del país en contra de la violencia.<br>Una vez que concluya el conflicto en la zona agredida del estado de Chiapas, ésta seguirá avanzando en sus objetivos de más justicia para las comunidades indÃgenas y en favor de quienes más lo necesitan.<br>Unidos, los mexicanos seguiremos progresando y haremos más fuerte la vida democrática de México, para bien de todos y, principalmente, de nuestros hijos.<br>Muchas gracias.